Durante los procesos de desvinculación laboral es fundamental que el trabajador reciba todos los pagos pendientes. Este aspecto, conocido como finiquito, es esencial no solo para cumplir con la normativa legal, sino también para garantizar que se respeten los derechos laborales del empleado.
Calcular el finiquito es una de las tareas más delicadas al poner fin a una relación laboral y representa un desafío crucial para los analistas de recursos humanos. Un finiquito mal calculado puede dar lugar a conflictos y reclamaciones que pueden manchar la reputación de la organización.
A continuación, abordaremos en detalle los elementos que se incluyen en el cálculo del finiquito y qué factores se deben tener en cuenta para realizar este proceso crítico de manera precisa y efectiva.
Diferencia entre finiquito y liquidación
Para calcular correctamente el finiquito es fundamental tener claro el concepto y no confundirlo con la liquidación, ya que ambos términos se refieren a diferentes situaciones en la terminación de una relación laboral.
El finiquito se refiere al pago que se realiza al trabajador cuando se termina el contrato, ya sea por renuncia voluntaria, mutuo acuerdo o cualquier otra causa no atribuible a un despido.
Este pago incluye salarios devengados, vacaciones no tomadas, prestaciones proporcionales y otros conceptos que reflejan la relación laboral hasta el último día de trabajo.
En cuanto a la liquidación, esta se aplica en casos de despido injustificado o cuando la terminación del contrato se realiza por causas ajenas al desempeño del trabajador.
En este caso, la liquidación incluye no solo los pagos que corresponden al finiquito, sino también indemnizaciones adicionales, que varían según el tiempo de servicio y las condiciones del despido.
Comprender esta diferencia es clave para los departamentos de recursos humanos, ya que un mal manejo en el cálculo o la categorización de estos conceptos puede ocasionar serios dolores de cabeza a la empresa.
Cómo se calcula el finiquito en México
En México, los elementos que se incluyen en el cálculo del finiquito están establecidos por la Ley Federal del Trabajo (LFT), esto con el fin de asegurar que los trabajadores reciban una liquidación de sus prestaciones y adeudos justa y equitativa al terminar la relación laboral.
Algunas de las situaciones en las que la Ley Federal del Trabajo contempla el pago de un finiquito son:
- Renuncia voluntaria.
- Despido justificado.
- Despido injustificado.
- Rescisión de contrato por falta del empleador.
- Finalización de contrato temporal.
- Invalidez por enfermedad.
- Cierre de la empresa.
- Muerte del trabajador.
Para calcular correctamente el finiquito, de acuerdo a lo establecido por la LFT, se deben considerar los siguientes conceptos:
1. Días trabajados: se deben incluir el número de días trabajados desde el último pago hasta la fecha de finalización de la relación laboral.
2. Salarios pendientes, el finiquito debe contemplar todos aquellos salarios que no hayan sido abonados al colaborador al momento de terminada la relación laboral. En este caso, se debe calcular el salario diario dividiendo el salario mensual entre 30, esa cifra luego se debe por los días trabajados desde el último pago para obtener el salario pendiente.
3. Primas, como la prima vacacional y las vacaciones no cobradas; o la prima de antigüedad, que aplica a colaboradores con más de 15 años de servicio, y se calcula con base en 12 días de salario por cada año trabajado.
4. Aguinaldo proporcional, que depende de los meses trabajados en el año.
5. Otras prestaciones, cualquier otro pago pendiente, como bonos o comisiones no cobradas.
En cuanto al cálculo del impuesto sobre la renta (ISR) del finiquito, se utiliza la tabla del ISR vigente, que se basa en el ingreso total percibido durante el periodo de finiquito. Estas tablas se actualizan anualmente, considerando el salario mínimo diario y la inflación acumulada, lo que permite determinar de manera precisa la retención correspondiente al ISR.
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