Trabajar en una organización durante muchos años bajo un sistema tradicional genera mayor resistencia al momento de querer innovar e implementar una cultura basada en datos.
Cuando una empresa emplea una cultura impulsada por datos, se toman decisiones estratégicas basadas en análisis e interpretación. De este modo, las empresas pueden organizar, analizar y examinar sus datos con el fin de reorientar el servicio a sus clientes.
Toda la información es valiosa, desde la producción del bien o servicio hasta datos de los colaboradores recopilados en las evaluaciones de desempeño.
Habitualmente, los equipos de TI o ventas están familiarizados con datos, basándose en diferentes sistemas que permiten procesarlos y visualizarlos, desde herramientas manuales hasta programas automatizados que reflejan un seguimiento en tiempo real de los procesos.
Sin embargo, según un estudio realizado por Harvard Business Review, menos del 50% de las decisiones estructuradas de las empresas se basan en datos. Este resultado refleja la importancia de implementar una nueva cultura de datos y, sobre todo, llevar los procesos como corresponde.
Más interesante aún fue el resultado de un informe del Instituto de Directores (IoD) y Barclays, que señaló que el 43% de los encuestados no tiene conocimiento dónde se almacenan sus datos.
Para implementar una cultura de datos, se necesita un cambio de paradigma y cultural en toda la empresa, demostrando por medio de resultados y beneficios las buenas prácticas que aportan los datos a nivel interno como externo.
“...las organizaciones basadas en datos tienen 23 veces más probabilidades de adquirir clientes, seis veces más probabilidades de retener a esos clientes y 19 veces más probabilidades de ser rentables.”
Para garantizar que la cultura basada en datos sirve al negocio, es importante que los directores y gerentes generales sometan a las empresas a la transformación digital.
Para esto no hace falta solamente acudir al conocimiento experto de especialistas en TI y dirigir el cambio, ya que actualmente existen muchas plataformas amigables e intuitivas que incluyen un amplio pack de funcionalidades adecuadas a las necesidades de cada negocio.
Mejor aún, es que estas aplicaciones y software de gestión de la información también son capaces de lidiar con grandes cantidades de datos, generando cada vez más y mejores resultados en cuanto a la automatización de los procesos.
Instaurar una cultura basada en datos más todos los procesos tecnológico que esto conlleva es positivo para las empresas, pero no todos los liderazgos saben llevarlo a cabo de forma exitosa. Los beneficios de impulsar una cultura basada en datos son muchos. Entre ellos, destacan:
No obstante, al igual que como pasa con los nuevos proyectos y cambios dentro de las empresas, es normal que la tasa de fracaso al implementar nuevos procesos basados en transformación digital sea considerable.
De hecho, un informe reciente de EY revela que si bien el 81% de las empresas respalda la idea de que los datos deben estar en el centro de todas las actividades, la gran mayoría continúa manteniendo los datos en silos, lo que destruye todos los esfuerzos al momento de querer iniciar un cambio.
Una de las principales interrogantes de gerentes y dueños de empresas es cómo hacer encajar la cultura de la organización a la nueva cultura de datos:
Si se implementa una herramienta que sea capaz de recopilar toda la información y datos de la empresa, tanto a nivel interno como externo, es posible tener un orden de toda la información y así evitar caer en malas prácticas que promuevan a la explotación y mala administración de datos.
Además, contar con un núcleo de datos central garantiza que los trabajadores dispongan de información cuando la necesiten, convirtiendo los datos en un activo clave para la organización, respaldando la estrategia y profundizando el compromiso con los clientes.
Al tener una mayor autoconciencia de cómo funciona el negocio y por qué, tanto el liderazgo como los trabajadores de la empresa apreciarán más la información de calidad, llevando a una mejora continua de la calidad de los datos de la empresa. En especial:
Es fundamental tener claro que la cultura organizacional es el ADN de todas las empresas. Este conjunto de creencias y valores compartidos por el liderazgo y los colaboradores influye, en parte, en el éxito o el fracaso del negocio.
Por lo mismo, para agilizar los procesos internos por medio de una cultura basada en datos es importante que queden claros sus beneficios, tanto para líderes como colaboradores, y que se traduzca en mejoras visibles.
En resumen, las organizaciones basadas en la cultura de datos trabajan bajo procesos y actividades impulsadas por los datos en lugar de hacerlo por intuición o experiencia personal, donde las decisiones se toman con evidencias concretas y datos reales.