La reforma a la jornada laboral en México es un tema que ha captado la atención de trabajadores y líderes de empresas, debido a las conversaciones que se han generado en torno a las mejoras en las condiciones de trabajo y el fomento de ambientes laborales más equilibrados y productivos.
Pero, ¿cuáles son los aspectos más cruciales de esta propuesta que busca cambiar la manera en que se trabaja en México? Aquí te presentamos los puntos más importantes sobre esta reforma.
En la actualidad, según el artículo 123 de la Constitución Política, los trabajadores tienen derecho a 1 día de descanso por cada 6 días de trabajo.
Además, la Ley Federal del Trabajo establece que la jornada laboral máxima es de 48 horas a la semana, distribuidas en un máximo de ocho horas, siete horas y siete horas y media, dependiendo de si la jornada es diurna, nocturna o mixta, respectivamente.
En el caso de situaciones extraordinarias, la jornada de trabajo puede prolongarse, pero no debe superar las tres horas diarias, ni las tres veces en una semana.
Si se llegara a superar este límite, el pago de horas extras debe ser de al menos 100% más del salario normal calculado por hora.
Asimismo, si se superan las nueve horas extra a la semana, se debe aplicar un recargo del 200% sobre el salario correspondiente a esas horas adicionales trabajadas.
En cuanto a los días de descanso, en los trabajos que requieran una labor continua, los trabajadores y la empresa deben determinar los días en los que los colaboradores disfrutarán los días de descanso semanales.
Además, según la ley se procura que el día de descanso semanal sea el domingo. En el caso de que los colaboradores deban prestar servicio en día domingo, tienen derecho a una prima dominical de al menos un 25% sobre el salario de los días ordinarios de trabajo.
En la propuesta de reforma se busca modificar el esquema antes mencionado, para responder a la tendencia global de buscar equilibrio entre la vida personal y laboral.
También se busca igualar a México con respecto a las condiciones de trabajo del resto de Latinoamérica, como es el caso de Chile, Colombia y Ecuador, países que ya han hecho oficial la reducción de la jornada de trabajo, como parte de sus prestaciones de ley.
Estos son los puntos más relevantes de la propuesta de México:
La propuesta de reforma apunta a la modificación del artículo 123 de la Constitución Política, para que determine que el esquema de trabajo oficial sea de al menos 2 días de descanso por cada 5 días de trabajo, con goce de salario íntegro.
El punto central de la reforma es la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas a la semana. Como ya se mencionó, el objetivo de esta medida es adecuar las condiciones de trabajo a estándares internacionales, a la par que se mejore la calidad de vida de los trabajadores.
La reforma de la jornada laboral no tiene la intención de afectar ni reducir los salarios de los colaboradores, y cualquier disminución salarial solo puede ocurrir mediante un acuerdo mutuo entre el trabajador y la empresa, esto de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo.
Es relevante señalar que el artículo 51 de la ley establece que, si el salario del trabajador se reduce sin su consentimiento, el colaborador tiene el derecho de anular su contrato sin asumir responsabilidad alguna.
Las sanciones o multas por no respetar la reforma laboral en México aún no se han especificado, ya que su aplicación y consecuencias se darán a conocer una vez que la reforma sea aprobada.
Sin embargo, es posible que estas sanciones estén en línea con las disposiciones ya existentes en la Ley Federal del Trabajo, como es el caso de la prima dominical.
Cuando se hacen cambios estructurales de esta magnitud, es importante que las organizaciones puedan prever cómo se harán las modificaciones y de qué manera impactarán el trabajo diario.
Sobre la puesta en marcha de la reducción de la jornada laboral en México, se espera que se haga siguiendo las directrices de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la Recomendación 116.
En esta recomendación se establece que las reducciones de horas de trabajo deben ser graduales, sin afectar los salarios, y considerando las condiciones específicas de cada sector empresarial y cada país, además de priorizar a los trabajadores cuya actividad requiera mayor esfuerzo físico o mental, o que ponga en riesgo su salud.
Además, se deben considerar temas que pueden surgir, como la necesidad de tener nuevas contrataciones, reorganización del presupuesto y rediseño de temas relacionados con el desarrollo organizacional.
En este contexto, un software 360° para la gestión de capital humano se convierte en una herramienta indispensable para garantizar una transición efectiva y sin complicaciones hacia la reducción de la jornada laboral.
Con una plataforma de este tipo, se puede asegurar el cumplimiento de las nuevas normativas y la medición de la percepción de los colaboradores ante estos cambios.
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