En México la NOM 035 o Norma 035 atravesó diferentes etapas. Es importante recordar que fue publicada oficialmente el 23 de octubre de 2018, entrando en vigor en una primera etapa el 23 de octubre 2019 y ya en una etapa total en todos los centros de trabajo el 23 de octubre del 2023.
Dicha norma se establece ante una necesidad de proteger y prevenir factores psicosociales, así como, la identificación de estos en los centros de trabajo.
Hay que recordar que anteriormente en los centros de trabajo, e incluso socialmente, el estrés, depresión, ansiedad y demás trastornos emocionales no eran reconocidos como factores que intervienen en las renuncias, el desempeño laboral y en el deterioro de la salud mental; o bien que en los centros de trabajo eran generadores de dichos trastornos.
Se han logrado los objetivos con la NOM 035
Desde que se implementó la norma de forma total, ¿el estrés y otros trastornos han disminuido?
Como punto de partida hay que tener en cuenta que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) antes de la pandemia por el COVID-19, el 15% de la población en México presentaba al menos un síntoma de ansiedad, sin embargo, durante la contingencia este porcentaje se dispara a un 33%.
Por otro lado, según la Encuesta Nacional del Bienestar del mismo instituto, el 19.3% presenta síntomas de ansiedad severa y, en cambio, un 31.3% presenta síntomas leves.
De igual modo, de acuerdo con la revista Forbes México, hasta el 2023, siete de cada 10 trabajadores sufrían de estrés laboral. Asimismo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), México se ha posicionado a nivel mundial como el primer lugar con dicho trastorno.
En relación con este tema, Fernando Anzures, CEO de Exma Global y especialista en estrés, menciona que cerca de un 80% de las empresas no cuenta con ningún plan y/o estrategia para disminuir el estrés laboral.
¿Se incumple con la norma 035 en México?
A partir de estos indicadores, es importante analizar qué están incumpliendo las compañías en relación con la norma 035, por lo que aún hay un alto índice de estrés y ansiedad en México. Revisemos algunas de las razones de estos incumplimientos:
- Los centros de trabajo ven como gasto y no como una inversión las capacitaciones enfocadas a la cultura de salud mental; en ocasiones se pudieran maquillar encuestas solo para dar formalidad al cumplimiento de la norma sin aplicar las medidas o las adecuaciones que se necesitan, esto repercute en que no se conozcan realmente cuáles son los factores de riesgos (psicosocial) a los que el empleado está expuesto.
- La falta de concientización sobre el tema, pues se estaría navegando sin saber remar. Los centros de trabajo aún no establecen brechas o pilares de cómo prevenir y fomentar la cultura de salud mental. Aún existe un desconocimiento de cómo afrontar dichas problemáticas o incluso existen empresas que aún ven a los trabajadores como unas máquinas y se niegan a los cambios.
Estos son algunos de los factores en los cuales consideramos en que la norma o ha fluido del todo, también sin olvidar que autoridades como la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), no se les ha visto acercarse a los centros de trabajo para vigilar, sancionar a los centros de trabajo que no han cumplido con las obligaciones.
Hacia los escenarios ideales en el país
Por último, quisiéramos agregar y como momento de reflexión que la ansiedad, el estrés, la tristeza y todo aquel trastorno emocional son alteraciones que van a acompañar y experimentar todas las personas. Hay que verlos como mecanismos de defensa para proteger al YO y superar las adversidades.
Sin embargo, el problema es que pueden ser latentes y prolongados, lo que se extiende a un descuido en el cuerpo (duerme y come poco), provocando que a edades tempranas se tengan problemas de salud (gastritis, colitis, obesidad, etc.).
También hay que mencionar que se pierde la capacidad de tomar el control de nuestras emociones o de utilizar herramientas que nos ayuden a superar las adversidades, haciendo cada vez más la dependencia de medicamentos.
Hay que reflexionar que de nada sirve que se apliquen los llamados salarios emocionales, si no podemos hablar del desarrollo humano considerándolo como unidad, de nada sirve que se invierta en capital humano sin un pilar (cultura de salud mental), es como el querer satisfacer necesidades sin conocerlas.
Para que realmente la norma 035 fluya y ayude, debe estar enfocada, así como, trabajada en el desarrollo de cultura de salud mental. Debe de aplicarse como una inversión por las dos partes, una de ellas es en los entornos de trabajo y la otra por parte de los empleados (desarrollo personal).