En las últimas semanas, Chile ha vivido un estallido social que ha puesto en jaque, no solo a las autoridades, sino también a las compañías y su planificación de este y del próximo año, removiendo profundamente a una sociedad completa. A raíz de esto, muchos de nuestros clientes en Chile están pensando suspender o retrasar sus evaluaciones de clima, y nos han preguntado si vale la pena hacer una evaluación en estas condiciones.
Nuestra respuesta es un categórico — SÍ! — Hacer una encuesta de clima en contextos como este tiene un tremendo valor, tanto práctico como simbólico ¿Por qué? Hacer una encuesta de clima en tiempos de crisis envía el mensaje correcto y claro: — en esta organización entendemos lo que te está pasando y queremos saber como ayudarte.— Además levantarás información temprana. Desde nuestra posición en la organización usualmente podemos saber el pulso del clima, pero todos tenemos puntos ciegos. Realizar una encuesta nos pemitirá ser más objetivos, y abarcar áreas de la organización que no tenemos tan cerca. Es mejor saber que las cosas están mal, a enterarse cuando los equipos dejan de funcionar.
Si ya estamos convencidos de que es buena idea realizar la encuesta, ¿en qué debemos fijarnos para asegurar que sea apropiada y válida?
El primer punto importante es que el contexto es especial, y por tanto los resultados no serán directamente comparables con los de las encuestas anteriores y posteriores. Es fundamental asumir esto como una realidad. Además de esto, los puntajes serán menos informativos, dado que la media de la encuesta probablemente tenderá a bajar.
Sin embargo, esto no tiene por qué ser un problema, y de hecho puede quitarnos presión. Si tomamos una encuesta especial, no tenemos que necesariamente seguir la estructura de la encuesta que solemos aplicar. Podemos ingresar nuevos ítems y dimensiones que apunten más directamente a los temas que queremos abordar. Respecto a esto, hay un punto muy importante: ahora sí que tenemos que tener cuidado con lo que preguntamos. Debemos asegurarnos que lo que se pregunta es accionable y realizable. Esto significa que si preguntamos, por ejemplo, por las condiciones de trabajo, tenemos que estar dispuestos a mejorarlas. De lo contrario levantaremos expectativas irreales, y esto si que empujará para abajo el clima dentro de la empresa.
Todo esto no sirve de nada si es que no podemos contar con resultados inmediatos. En promedio, las empresas pueden demorarse más de dos meses en entregar los resultados de una encuesta. En este caso, la entrega de los reportes de resultados debe ser inmediata. La información es contingente, y en dos meses más no nos va a servir. Finalmente, es relevante hacer un gesto claro a la organización, y comprometerse una o dos iniciativas transversales para apoyar a los colaboradores. Estas deben ser potentes, y al alcance de la organización, e idealmente implementables de forma inmediata.
Siguiendo estos pasos, podrás levantar información valiosa y profundizar tu relación con los colaboradores. En estos tiempos, los profesionales de recursos humanos tenemos la oportunidad de cambiar el mundo, una empresa a la vez. ¡Aprovechémosla!