3. Haz que la otra persona también ponga de su parte
Los objetivos tienen que ajustarse a la realidad del contexto, de forma que sean retadores pero sin expectativas poco realistas. Si usted desea alcanzar su objetivo, debe asumir su situación actual, conociendo el talento y las limitaciones existentes.
4. Con lo que te diga, ni se te ocurra exponer tus conclusiones
Evita decirle “Tu problema es que…”. Si percibe que le entiendes no se sentirá solo en su problema y se abrirá más. Si cree que le vas a sermonear, se cerrará.
5. Parafrasea y reformula su mensaje añadiendo la emoción que creas que está experimentando
“Así que nadie te ha llamado en dos semanas… Creo que eso te puede hacer sentir solo, ¿es así?”. Se sentirá más comprendido y lograrás que pase de hablar de hechos a hablar de emociones. Y esa es la clave de la empatía.
6. Sal varias veces al día de tus zapatos para ponerte en los de los demás
Esfuérzate durante un tiempo en hacer todo esto y dentro de poco te sorprenderás a ti mismo haciéndolo de forma casi inconsciente. Habrás logrado mejorar tu empatía y por ende tus relaciones interpersonales y la confianza con tu equipo.
Toda relación social tiene que ver con la empatía. Es imposible odiar a alguien si realmente lo entiendes. Todos somos humanos con las mismas emociones y motivaciones. Simplemente, nos han puesto en lugares y situaciones distintas.
Fuente: Habilidadsocial.com