Ante la siguiente afirmación, ¿cuál sería tu respuesta?
Esta interrogante no es nada casual, sino que guarda relación con un tema que es recurrente en muchos países y que hoy está muy presente en México, como consecuencia de la reforma “Vacaciones Dignas” que recién acaba de aprobar el Senado de la República.
Esta propuesta legislativa busca elevar la cantidad de días de vacaciones, en una de las naciones cuyos trabajadores trabajan la mayor cantidad de horas anuales, mientras que por ley apenas reciben seis días de descanso en su primer año de trabajo.
Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los trabajadores mexicanos trabajan en promedio unas 2.255 horas anuales, lo que representa un 46% más que Bélgica, un país con mayor productividad, y un 33% más que Brasil.
Frente a esta iniciativa, comenzó a debatirse qué tan conveniente es para las empresas y para los colaboradores el incremento en los días de descanso, sobre todo desde el punto de vista económico y de productividad.
La reforma que fue aprobada por el Senado y que seguramente será refrendada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, establece modificaciones de los artículos 76 y 78 de la Ley Federal del Trabajo.
En la siguiente infografía podrán detallar cómo quedaría el sistema de vacaciones en México, de ser aprobada finalmente la reforma que está planteada.
Sobre el particular, Felipe Cuadra, CXO & Co-founder en Rankmi y especialista en desarrollo organizacional, destacó como positiva la reforma que está en marcha en México, ya que este es uno de los países cuyos trabajadores tienen menos vacaciones, al compararlo con el promedio de la OCDE que es de unos 18 días por año.
“Sin duda que la reforma de vacaciones que se discute en México no solo es un avance para mejorar la productividad, sino también para las condiciones laborales en este país. Es pertinente entender que economías más avanzadas que la mexicana, tienen sistemas de vacaciones mucho más generosos para los trabajadores”.
Ahora bien, indicó el especialista, es normal que este tipo de cambios genere discusiones sobre el impacto que tendrá en las empresas, porque hay quienes piensan que esta reforma generará costos adicionales para las organizaciones y además afectará la productividad.
“Hay que superar la creencia de que trabajar más horas o días, significa ser más productivo. Eso no es real y se comprueba con la experiencia de otras naciones que han venido aumentando su productividad, a pesar de que sus trabajadores tienen más tiempo para descansar”.
En conclusión, disponer de una mayor cantidad de días de vacaciones y/o descanso, permite que los colaboradores tengan un mejor balance entre la vida laboral y personal, les da mayor energía y eso repercute en su desempeño.
Según Felipe Cuadra, la reforma de las vacaciones es una realidad en México y las organizaciones deben iniciar su adaptación a este cambio que debería entrar en vigencia a partir del 2023.
¿Qué deben hacer las compañías?
“Aquí lo recomendable es que las empresas asuman que esto va a ocurrir sí o sí y comiencen a prepararse, a fin de adaptar la gestión operativa y administrativa buscando organizar, calendarizar y presupuestar la nueva modalidad de las vacaciones. Aquellas organizaciones que se preparen con tiempo, tendrán menos dificultades al entrar en vigencia la reforma”.
¿Qué deben hacer los colaboradores?
“No solo se trata de que las empresas se adapten y asuman el nuevo sistema de vacaciones, sino también que los colaboradores entiendan que es mejor ser más eficientes en lo que hacen, que simplemente emplear más tiempo en su trabajo. Para que esto tenga el éxito que deseamos, se debe hacer un trabajo conjunto entre la organización y sus integrantes”.
¿Tienen las compañías mexicanas la capacidad para adaptarse?
“Por supuesto que sí y la mejor demostración fue lo que sucedió durante la pandemia. Acaso las compañías en México no pudieron adaptarse de trabajar 100% presencial a 100% remoto, lo que significó el cambio más significativo en la historia de los modelos de trabajo. Este país y sus empresas han demostrado tener alta capacidad de resiliencia”.
En ese sentido, el desafío de cómo acelerar esta adaptación en las organizaciones se logra superar, mediante la adopción de tecnología que permita darle mayor agilidad a la gestión de personas.