Los planes de acción se constituyen de una serie de acciones interconectadas, estratégicamente seleccionadas, que tienen como función resolver alguna brecha detectada en las personas y equipos.
Dependiendo del tema que estemos viendo, el foco del plan puede cambiar, pero siempre supone una serie de acciones concretas que creemos nos podrían ayudar a acortar esta brecha.
En un plan de acción se deben desglosar las actividades y acciones específicas a desarrollar, estableciendo variables relevantes para no perder el foco, por ejemplo: plazos, encargados de tareas y recursos necesarios para llevarlo a cabo.
Los planes de acción no tiene un mínimo o un máximo de acciones a ser implementadas, todo depende del tamaño del desafío, la cantidad de metas y objetivos.
Ahora que ya sabemos qué son los planes de acción…
Cuando establecemos metas y objetivos (tanto laborales como personales), pero no sabemos cómo enfrentarlas, cómo empezar, cuál es el camino o lo que tenemos que hacer para lograrlo, necesitamos planes de acción. Estas acciones son una excelente guía, ayudan a ver la “foto” completa y tener un proceso más limpio y claro desde un principio.
Los planes de acción no tienen una duración exacta. Existen, obviamente, buenas prácticas que ayudan al momento de implementarlos. Lo ideal es asegurarse de que se generen lo antes posible una vez identificado el objetivo, además de revisarlo periódicamente para no perder el foco.
¿Cada cuánto tiempo se deben hacer planes de acción? Los planes de acción son guías para todos los tipos de procesos, estos pueden ser de implementación única o recurrente, o sea, pueden ser implementados en cualquier momento.
Los planes de acción se aplican en los procesos de Desarrollo Organizacional de manera activa y durante cualquier etapa posterior a algún resultado de evaluación, investigación o estudio, para iniciar, mejorar o consolidar cualquier ámbito previamente identificado.
Sus aplicaciones se consideran eficientes dentro de todos los procesos de Clima y Cultura organizacional, Engagement, Evaluaciones de Desempeño (Competencias y/o Metas) del colaborador, entre otros, los cuales se desarrollarán en detalle más adelante dentro de esta misma guía.
No debemos olvidar que los planes de acción son herramientas que pueden ser utilizadas de manera individual, no solamente en procesos grupales o generales.
Un colaborador puede crear su propio plan de acción para su desarrollo personal, así como un líder puede crear planes de acción para cada colaborador de su equipo de manera individual, atacando los aspectos previamente identificados y específicos a mejorar de cada uno de ellos.
Existen algunos modelos generales de planes de acción que sirven como guías iniciales para el desarrollo de proyectos estratégicos y específicos.
Los modelos están desarrollados para que exista un paso a paso y que no quede ningún detalle fuera u olvidado, ya que existen diversos factores que hay que tomar en consideración.
Hacer un sondeo de los puntos más relevantes de la empresa es necesario para entender lo que estamos haciendo bien, lo que tenemos que mejorar e incluso implementar. Pero más importante que tener todo ese conocimiento, es saber qué podemos hacer con él. Para esto es necesario invertir (dentro de las posibilidades y recursos que tengamos) en acciones que nos permitan impactar de manera positiva en el desarrollo de la organización.
Dentro de toda la lista de recursos necesarios para implementar los planes de acción, existen tres que se repiten de manera constante en la mayoría de ellos y que tienen relación directa con las preguntas que revisamos en el apartado anterior.