Sabemos que es imposible alcanzar un cien por ciento en la Diversidad e Inclusión de las empresas, porque estos valores no son un "checklist" que hay que completar, sino que representan un trabajo constante que debe potenciarse todos los días en la cultura de las empresas. Este es sin duda un desafío que necesita de un trabajo arduo por parte de los líderes, especialmente por las dificultades que enfrentan las personas afectadas por la segregación y falta de oportunidades.
Emparejar la cancha es un trabajo que debe hacerse a diario. Las organizaciones deben estar atentas a la contingencia y enfrentar los problemas que hace años se reflejan en las encuestas: inequidad y falta de oportunidades para las mujeres, para los pueblos originarios y para las personas con diversidad funcional. Y para qué mencionar a los adultos mayores, un grupo muy afectado por el contexto de pandemia. De acuerdo al último informe de Deloitte sobre tendencias en Capital Humano 2020, la responsabilidad social no basta, sino que hay que convertirse en un agente de cambio real. Esto es algo que en un mundo hiperconectado todos podemos notar, debido a la facilidad para viralizar actos de buena fe (y castigar conductas nocivas).
Pero para eso es necesario comprometerse, como es el caso de JPMorgan & Chase. El banco, en plena crisis social norteamericana, motivados por el movimiento "Black Lives Matter" (que busca eliminar las discriminaciones raciales en EE.UU y el mundo) decidió cortar relaciones con cualquier cliente, sin importar su cantidad de dinero, que tuviera comportamientos racistas o se manifestara de esa manera con cualquiera de sus empleados ¿Estarías dispuesto a hacer lo mismo? ¿O impulsas otras prácticas para potenciar estos valores en tu cultura organizacional?
Abogar por los beneficios que trae la Diversidad y la Inclusión en el 2020 puede aparecer como una postura problemática. Sin embargo, nunca está demás recalcar las mejoras inmediatas que trae potenciar estas políticas dentro de las organizaciones.
El futuro del talento es joven y (neuro)diverso
Las generaciones más jóvenes, están interesadas en colaborar con empresas que estén alineadas con sus valores. De acuerdo a un informe de Deloitte, el 83% de los millennials está activamente comprometido con su organización cuando ésta promueve una cultura basada en la diversidad, comparado con el 60% en empresas que no las tienen.
Además, debido al cambio de paradigma laboral, el trabajo remoto se ha convertido en una excelente plataforma para abrir las puertas al talento neurodiverso y en situación de discapacidad. Eliminar los tramos de movilización y permitirles trabajar desde sus casas, en un momento donde todas las empresas están adoptando esta modalidad, puede aumentar las posibilidades de que las personas con variaciones cognitivas (como autismo o ADHD) y a las personas con diversidad funcional (sujetos en situación de discapacidad física o intelectual).
Los equipos diversos trabajan mejor
De acuerdo al Estudio de Directorio Anual de Harvard Business Review de 2018, el 95% de los directores cree que la diversidad agrega una perspectiva única a las mesas de trabajo y el 84% cree que mejora el desempeño. Además, según una investigación del Boston Consulting Group, la diversidad es un factor determinante dentro del desempeño de los equipos, y que puede aumentarlo hasta en un 19%.
Desafíos a futuro: Diversidad e inclusión en la nueva normalidad
Sin embargo, los desafíos a futuro son muchísimos: de acuerdo a una encuesta de pulso realizada por la consultora McKinsey, un 27% de las organizaciones han puesto en pausa sus políticas de Diversidad e Inclusión debido por la pandemia. Estas medidas son urgentes y necesarias para las personas que componen las organizaciones, especialmente para el talento que forma parte de la diversidad, ya que lamentablemente son parte de un grupo de riesgo en la sociedad.
Este año, el mes del orgullo LGTB+ estuvo marcado por la inclusión de otros problemas, como son las profundas diferencias raciales que tomaron aún más fuerza producto de los conflictos en EE.UU., y quizás el próximo apunte será para las personas con diversidad funcional, nadie lo sabe. Sin embargo, si trabajamos en potenciar las políticas que apoyan a personas excluidas históricamente por el machismo, la homofobia, el racismo y la discriminación en general, quizás en unos años solamente tengamos que celebrar, y no recordar que esta es una fecha en la que debemos trabajar para entregar más oportunidades y hacer del mundo un lugar más justo.