No es la única serie de hospitales que se ha visto, pero ¿por qué New Amsterdam, la serie original de la cadena norteamericana NBC y que ya se encuentra en su tercera temporada, sigue estando en el puesto top 10 de Netflix? ¿Qué lecciones podemos llevar de la serie a la Gestión de Personas?
La serie trata de un nuevo director médico que llega al “New Ámsterdam Hospital”, el hospital público más antiguo de los Estados Unidos (el hospital ficticio hace referencia al histórico Bellevue Hospital). En la historia el nuevo director, llamado Max Goodwin (Ryan Eggold), llega a cambiar los paradigmas relacionados a una gestión basada en la rentabilización excesiva de la salud y la priorización de resultados, a una gestión 100% enfocada en el bienestar y en la atención a los pacientes. Esta es una serie de capítulos independientes que muestra los diversos desafíos que enfrenta el personal médico en su día a día en el intento de ayudar a cada uno de sus pacientes.
Fotos: NBC.com
Además de realizar cambios arriesgados e idealistas, el director confía en las competencias y habilidades de cada persona dentro de su equipo, cada uno tiene su rol bien definido y entre ellos se ayudan mutuamente. Los hospitales manejan un modelo avanzado de conexión de competencias, muchas veces llamado de “red flag”, o bandera roja, lo que significa que todos los colaboradores tienen una noción general de la organización y su funcionamiento, lo que ayuda a la resolución de problemas en momentos de crisis, por ejemplo, en el caso de un servicio de urgencias, todos tienen un conocimiento básico del tema, pueden cambiar de función de manera ágil y apoyarse entre sí. Para otras industrias, disponibilizar la información a los colaboradores para que estos tengan la capacidad de adaptación en momentos estratégicos, debiese ser un objetivo a considerar, y para que ese sea alcanzable deben existir capacitaciones constantemente y generación de procesos de comunicación efectiva y transparente.
La capacidad del personal médico en atender a más de un paciente al día es un bien necesario y una práctica que debe ser implementada en todas las organizaciones, la capacidad de resiliencia que hay que tener de manera diaria en estos casos, es un agente motivador que mantiene al colaborador activo dentro de la organización. Los equipos deben tener las competencias para, así como el elástico, estirarse durante su día laboral, volver a su forma original y estirarse cuantas veces sea necesario sin romperse. La resiliencia es una competencia extremadamente necesaria para las empresas ágiles, de cambio constante y alta competitividad.
“¿En qué te puedo ayudar?” es una pregunta que escucharemos salir de la boca de Max Goodwin, director del “New Amsterdam”, en más de una ocasión, pero así como le pregunta a sus pacientes, también lo hace con todas las personas dentro del hospital, desde los jefes de cirugía de cada uno de sus departamentos hasta los encargados de limpieza y mantenimiento. La pregunta para nosotros es: ¿qué podemos aprender de esto? Los líderes tienen como misión facilitar y acompañar el trabajo de sus equipos, saber qué los motiva para poder generar una cadena de éxito que se traduzca en el negocio. Si los colaboradores se sienten felices, apoyados y confían en la organización para la cual trabajan, traspasarán eso a sus clientes externos tal como el Doctor Goodwin y su equipo logran ganarse el respeto y cariño de sus pacientes.
Los colaboradores son los aliados del negocio, una de las principales claves del éxito del hospital es la diversidad que existe entre su personal, esta va desde sus funciones y especialidades, hasta su género, razas, culturas, entre otras. Esa diversidad vista en la serie refleja la realidad global y debe ser replicada en todo tipo de empresas.
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La frustración es un sentimiento natural que se genera en ambientes laborales de alta complejidad, la presión y el estrés son factores que pueden afectar el desempeño de los colaboradores. La clave está en cómo logramos controlar ese sentimiento y manejar las situaciones del día a día. Confiar en el potencial, controlar las emociones, pedir ayuda y consejos y aceptar las críticas constructivas son acciones que se deben tomar para superar los obstáculos generados por la frustración.
No se trata de culpar a alguien por los errores, ni tampoco eximir a todos de sus responsabilidades, se trata de identificar lo que se ha hecho mal, aprender con las experiencias y entregar feedback continuo para que exista un desarrollo constante dentro de los equipos, los errores deben ser vistos como oportunidades de mejora y experiencias adicionales.
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Ver la serie es ver la realidad de distintos tipos de organizaciones, con ejemplos concretos y enseñanzas claves. Todos los resultados positivos se deben a un ecosistema de trabajo en equipo en sincronía entre colaboradores, líderes y el área de Recursos Humanos, nadie puede quedar afuera de la cadena de conexión, entonces, ¿en qué te puedo ayudar?