Si hay algo que define a esta época de crisis, más que el distanciamiento social o el lavado de manos compulsivo, es la incertidumbre; y lamentablemente, la estabilidad operativa no es amiga de ella. El COVID-19 ha cambiado la manera en la que nos relacionamos, trabajamos y nos comunicamos, y las jefaturas de las organizaciones deben liderar a sus equipos respondiendo al nivel de la situación.
Pero ¿cuál es el nivel de la situación? La pandemia provocada por el coronavirus no tiene otro hecho comparable en la historia, ya sea a nivel sanitario, económico o cultural ¿cómo es posible encontrar una fórmula de liderazgo correcta para estos tiempos?
Liderazgo Situacional y manejo de crisis.
De acuerdo a Paul Hearsy y Ken Blachard, esta fórmula no existe, sino que existen infinitas formas, y a esto le llamamos Liderazgo Situacional. De acuerdo a su libro “Administración del Comportamiento Organizacional”, los líderes más efectivos son los que saben adaptar sus técnicas a las habilidades y desempeño de sus colaboradores, ejerciendo una influencia positiva. El liderazgo situacional efectivo cambiará dependiendo de las tareas, los colaboradores o las funciones que deban ser desempeñadas.
Es por esto, que, más que nunca, los líderes deben considerar abrirse a nuevas formas de liderazgo que se adapten con los tiempos de distanciamiento social por los que estamos pasando. Tomar decisiones organizacionales puede hacerse difícil sin trabajar en la misma oficina, pero apoyarse en la comunicación y la tecnología pueden disminuir estas dificultades. De acuerdo a un estudio publicado por Harvard Business Review, el 46% de los colaboradores remotos creen que los mejores líderes son quienes realizan check in’s frecuentes con sus colaboradores. Es por esto que la comunicación con los equipos a través de los canales digitales es tan importante.
Las ventajas del liderazgo situacional en el trabajo remoto.
Miles de empresas se vieron obligadas a cambiar su modalidad al teletrabajo sin tener nada preparado. La pandemia tomó por sorpresa al mundo y muchas compañías tuvieron que pisar el acelerador de cero a cien para lograr mantener su operatividad, realizando capacitaciones contra el tiempo y consiguiendo equipos tecnológicos adecuados para entregar a sus colaboradores.
Basándose en el modelo de liderazgo situacional, la consultora holandesa Randstand publicó un artículo acerca de sus ventajas organizacionales durante tiempos de crisis. Algunas de estas son:
- Mejora la motivación de tus colaboradores y los estimula a dar lo mejor de sí mismos
- Aumenta la organización dentro de la planificación de metas y objetivos
- Potencia un buen clima laboral
- Fortalece y mejora la comunicación de los equipos de trabajo internos
Los verdaderos líderes se preocupan de sus equipos.
En estos momentos, los líderes y las jefaturas no solo son responsables de mantener la actividad de la empresa, sino también el bienestar de sus colaboradores, quienes son los encargados de darle operatividad a la organización. Sin embargo, esto va mucho más allá de prestar mascarillas o alcohol gel.
Preocuparse por las necesidades fisiológicas de los colaboradores es el primer piso tanto literal como figurativo. De acuerdo a Abraham Maslow en su libro "Una teoría sobre la motivación humana", las personas tenemos una jerarquización de las necesidades, partiendo en la base con las más básicas, mientras que en la cima se encuentra el desarrollo personal.
Necesidades fisiológicas, de seguridad, de afiliación, de reconocimiento y auto-realización son los 5 pisos que componen "La Pirámide de Maslow". En tiempos de pandemia, está claro que tenemos que partir por lo más esencial, jamás descuidando las metas y objetivos propios de los colaboradores.
Los líderes deben estar ahí para sus equipos de trabajo. Planificarse en medio de una pandemia puede ser un consejo difícil, y por eso las jefaturas deben mantenerse alerta, viviendo el día a día, manteniendo la ansiedad a raya y procurando crear las condiciones ideales para las personas.
Debemos mantener el aprendizaje.
Las empresas se encuentran en un buen camino para acostumbrarse al teletrabajo, los colaboradores están aprendiendo a cumplir con sus obligaciones desde sus casas y los líderes están descubriendo nuevas y mejores maneras de acercarse a sus colaboradores en tiempos de distanciamiento social. Sin embargo ¿podremos mantener esto en el futuro?
Cuando comenzó el COVID, la estabilidad económica y social dejó de ser una constante y todos tuvimos que adaptarnos; desde ese entonces, todo ha sido aprendizaje para los líderes. Muchos están construyendo una cultura corporativa de manera remota, creando incentivos y manteniendo la productividad de sus colaboradores al limite en una situación completamente nueva para miles de empresas alrededor del mundo.
La vuelta a la normalidad no puede ser lo mismo que antes. Luego de esto, haber superado una de las crisis globales más fuertes en la historia será un signo de fortaleza, y liderazgo. Mantengamos ese aprendizaje tanto dentro como fuera de la oficina.