El mundo cambió radicalmente y todo lo que conocíamos como forma “normal” de trabajar y vivir ha sido desafiado. En un par de días, todas las empresas han tenido que reinventarse y desconocemos los impactos (positivos o negativos) que esta crisis tendrá en el futuro.
Un artículo de “The Economist”, publicado hace unos días, señala que un buen Gerente de Finanzas fue esencial para sacar a las empresas adelante en la crisis financiera “subprime” del año 2007-09. Hoy los protagonistas para subir al escenario son los Gerentes de Personas.
La tecnología está permitiendo mantener la continuidad operativa de muchas empresas, tecnología utilizada por profesionales que, trabajando de una manera distinta, están ayudando a las compañías a mantenerse a flote, por eso es urgente garantizar la operatividad de los procesos de gestión del talento. Este es un desafío complejo, según un estudio publicado por Gartner a fines del año pasado, solo un 9% de los líderes de esta área se sentía preparado para una nueva era de cambios.
Jamás en la historia (y ahora en pleno 2020, ya era hora) las preocupaciones de los departamentos de gestión de personas fueron más importantes: la creación una cultura organizacional centrada en la integridad mental y emocional de los colaboradores, potenciar un clima organizacional enfocado en una buena experiencia para todas las personas y lograr mantener el compromiso de los equipos de trabajo mientras sostienen la continuidad operacional a distancia.
En estos momentos, como lo decía anteriormente, la tecnología está resolviendo el gran desafío de mantener la continuidad operativa de las empresas durante la crisis. Esto solo ha sido posible por dos motivos, el primero tiene que ver con los distintos niveles de implementación tecnológica de cada empresa, y el segundo con la rápida reacción que tomaron los equipos de gestión de personas en las compañías.
Es la primera vez en la historia en que enfrentamos una crisis de manera tan globalizada e hiperconectada, por lo mismo, no tiene que ver con las plataformas que utilizamos para chatear entre equipos, sino cómo la convertimos en una ventaja competitiva para mantener la continuidad y en un sello diferenciador que los colaboradores, proveedores y clientes valoren.
En estos momentos, los CEO’s y CIO’s de cada compañía pueden salvar a las empresas creando una gestión que permita mantener siempre activa la producción y servicios. De acuerdo a HBR, un 56% de los colaboradores se siente más productivo gracias a la implementación de la tecnología correcta en su empresa.
Desde los ministerios hasta las altas gerencias, pasando incluso por pequeñas y medianas empresas, ya hay quienes hablan de la implementación de una “economía de guerra”, un “todo vale” financiero que busca sostener las utilidades, siendo que el foco de atención debería estar puesto en el futuro y centrado en el talento. Estas son decisiones que solamente pueden ser tomadas por un departamento de Gestión de Personas con presencia y liderazgo dentro de una empresa.
Los departamentos de Gestión de Personas juegan un rol vital en esta crisis, porque son precisamente las personas quienes mantienen activo el negocio para salir adelante.
En estos momentos es cuando hay que evitar los cortes de presupuesto que afecten directamente a la gestión de personas, ya que podría destruir todos los avances anteriormente hechos para crear una cultura organizacional eficiente y amigable, la cual podría ser la gran ventaja de tu empresa en el mercado (employer branding).
Para cualquier líder, no es un secreto que el engagement es un indicador que correlaciona con la productividad de sus colaboradores y equipos de trabajo. Solo para confirmar, un estudio de Gallup publicado el 2018 demostró que las empresas con mayor engagement tienen un 21% más de utilidades, mayor retención de colaboradores, menor tasa de accidentes y una producción más alta.
Generar condiciones que creen este tipo de compromiso está en las manos de los equipos de Gestión de Personas (colaborando con el resto de las áreas de las empresas).
Por ejemplo, en plena pandemia, Starbucks ofreció pagar un mes de cuarentena a sus más de 190 mil colaboradores para que puedan quedarse en sus casas.
Netflix lanzó un fondo de 100 millones de dólares para sostener a los rodajes de películas y series que tuvieron que cancelarse y Nike decidió cerrar todas sus tiendas en EE.UU., Europa, Australia y Nueva Zelanda, asegurando el sueldo de sus colaboradores durante el período de cuarentena.
Pero bueno, en el caso de que no seas Starbucks o Nike, siempre puedes recurrir a soluciones de costo cero con altísimo impacto dentro de tus equipos de líderes y colaboradores. De acuerdo a una investigación de Deloitte, un 85% de los colaboradores le gustaría escuchar un “gracias” por las tareas que cumple.
El reconocimiento importa y es transversal a todo el organigrama de la empresa. El mismo estudio señala que un 47% de los colaboradores prefiere ser reconocido recibiendo más responsabilidades y desafíos.
Así es como reaccionan las empresas que se preocupan por sus colaboradores, y esa es la forma que tiene el talento de agradecerles cuando los ponen primero dentro de sus preocupaciones.
El momento es ahora o nunca: Los gerentes de Gestión de Personas deben actuar como agentes de cambio, tomando el liderazgo y convirtiendo este panorama de aislamiento social en una ventaja competitiva, creando un entorno que sitúe a las personas, su felicidad, su desarrollo y éxito en el centro de su estrategia.
Para enfrentar estos futuros desafíos, hay tres preguntas que debemos hacernos: ¿Están las empresas preparadas para construir una cultura centrada en las personas?, ¿El desarrollo de la gestión de personas está verdaderamente en el ADN de las empresas? Y ¿Estarán los CEO´s dispuestos a confiar en los Gerentes de Personas?