Eliminatorias Qatar 2022, Copa América, Eurocopa, Champions League, Copa Libertadores y los torneos locales son apenas una parte del fascinante mundo del fútbol que nos impacta cada día en nuestras vidas.
Pero ¿te ha pasado por la mente que el trabajo de un seleccionador de fútbol tiene semejanzas con el que realiza un líder de Capital Humano?, no solo porque ambos manejan personas, sino que también necesitan habilidades para potenciar las capacidades de los integrantes de los equipos.
Si contextualizamos la labor del líder de RRHH, es posible ver que su papel es muy parecido al que realiza un director técnico.
Revisemos esas similitudes en dos ámbitos que parecen muy diferentes, pero que en el fondo no lo son porque comparten un eje transversal: están centrados en la organización y el esfuerzo conjunto.
Hagamos ahora una comparación entre las características que debe tener un seleccionador de fútbol y el líder de Capital Humano, para ver las semejanzas a partir de los aportes de la Universitat de Barcelona y el Griffith College de Irlanda:
A partir de una simple comparación entre ambos líderes, es fácil detectar que comparten rasgos comunes y están enfocados en la gestión de personas, buscando obtener de ellos su máximo esfuerzo y productividad.
Mientras un seleccionador de fútbol traza el camino hacia la victoria y la gloria de su equipo, el líder de RRHH busca el éxito de la organización garantizando el bienestar, la satisfacción y el compromiso de sus colaboradores.
Esa pregunta te puede surgir luego de establecer las semejanzas entre un entrenador de fútbol y un líder de Capital Humano y la respuesta es corta y sencilla: si las hay.
Pero antes de establecer esa analogía, revisemos una frase que contiene un gran significado:
“La confianza es lo que lleva al talento a ser eficaz y efectivo”.
¿De quién será esa frase? Pues no se trata de ningún gurú en autoestima o liderazgo, tampoco es un prestigioso consultor global en negocios y mucho menos el co-founder de alguna StartUp aspirante a Unicornio.
Aunque usted no lo crea le pertenece a Jorge Valdano, destacado exjugador y exentrenador argentino, quien fue parte de la selección de ese país que ganó el Mundial de México 1986, además de figura durante varios años en el Real Madrid.
Ahora bien, ¿por qué y para qué traer a colación esa frase? Porque reúne un concepto que se aplica no solo para los clubes de fútbol y las empresas, sino que acentúa el valor de la confianza y apoyo que necesitan los talentos para ser eficaces y efectivos, tanto en el campo de juego como en las operaciones de la compañía.
Esa interesante e importante labor es compartida por entrenadores de fútbol y líderes de RRHH, entre otros integrantes de los ecosistemas de los clubes y las empresas.
En ese sentido, los clubes y las compañías son organizaciones que comparten algunos rasgos en común, ¿cómo cuáles? Revisemos algunos:
#1. Trabajar en equipo, más no en grupo, en pro de cumplir con el propósito común de la organización. ¿Por qué la diferenciación? Porque un equipo es un grupo de personas que comparten un objetivo común. Mientras que un grupo es un conjunto de personas que solo coordinan sus esfuerzos.
#2. Requieren líderes capaces de motivar y confiar en las personas que integran la organización. Es importante que sean respetados y escuchados, para que sus acciones y decisiones tengan el mayor consenso.
#3. Necesitan estrategas que tengan la capacidad de implementar acciones que los lleven al éxito. Adicionalmente, deben tener la inteligencia para anticiparse a escenarios adversos e identificar cuándo se debe cambiar la estrategia.
#4. Tienen un cuerpo técnico que se encarga de encontrar los mejores talentos para sumarlos a la organización. Además, tienen a cargo gran parte del onboarding y capacitación para que usen sus mejores herramientas en el campo.
#5. Claridad en el objetivo común de ganar partidos y alcanzar un campeonato, lo que es similar a productividad, rentabilidad, bienestar de las personas y reconocimiento de marca para las compañías.
#6. Un entrenamiento exhaustivo para aprovechar sus actuales habilidades y aumentar sus capacidades, con el fin de alcanzar los objetivos de éxito, crecimiento, rentabilidad y el triunfo de la organización.
¿Entiendes ahora las semejanzas? Si se logró ese objetivo, es hora de entrar a la cancha a darlo todo por la organización.