Existen bastantes elementos que determinan el desarrollo organizacional en una empresa. En esta oportunidad, nos dedicaremos a descifrar aquellos componentes que sólo competen a la comunicación interna.
Para el catedrático Latam Guillermo Velásquez, la comunicación interna es aquella que se realiza dentro de una organización con el objeto de mantener las buenas relaciones entre los integrantes de una empresa y por medio de la circulación de mensajes que se envíen a través de distintos medios, tanto para proveer ideas afines y comunes, como motivar el cumplimiento de objetivos y metas.
En concreto, es una práctica necesaria para fomentar el desarrollo de las organizaciones, puesto que éstas se relacionan estrechamente con el funcionamiento y efectividad de las relaciones humanas al interior de una compañía, con el fin de que crezca cada vez más y sea competitiva.
Por esto mismo, es importante poner en práctica las siguientes recomendaciones para implementar la comunicación interna de tu empresa y contribuir a optimizar los procesos de desarrollo organizacional de la misma.
Suena obvio, pero la comunicación interna debe involucrar a todos los componentes de la organización, así como todos sus departamentos, acciones y estructuras. Sin ir más lejos, es más recomendable hablar de una “organización comunicada” en vez de los “procesos de comunicación”.
La gestión transversal de comunicación incentiva la reunión de todos los integrantes de una empresa para definir los objetivos en conjunto, así como valorar la función de cada uno de ellos, entendiendo sus capacidades y el conocimiento de sus limitaciones para fomentar la aplicación de estrategias que aumenten el desarrollo de la innovación y crecimiento.
En este sentido, diversas transformaciones digitales que las empresas están experimentando han repercutido en la creación de una jerarquía horizontal, la que a su vez promueve el conocimiento del trabajo que se realiza en las diferentes áreas y su impacto sobre el desarrollo empresarial.
En muchas empresas, la comunicación interna se basa en “decirle algo a alguien”. Sin embargo, esta gestión debería ir mucho más allá de la simple información lineal de un hecho o una idea, y más bien trascender libremente entre todos los trabajadores.
Para el catedrático español Antonio Lucas Marín, la comunicación debe ser circular, esto es, que debe “romper la nítida distinción entre emisor y receptor, adaptándose mejor a la comprensión de las relaciones personales cara a cara”. También propone usar el término “agentes comunicadores” en vez de que las personas ejerzan el rol de emisor o receptor según sea el caso.
Ya sea para la generación de una cultura corporativa como el planteamiento de un cambio cultural, la comunicación circular es fundamental, pues es la única manera de asegurar que todos los trabajadores adopten las nuevas formas de hacer las cosas en la empresa.
Esto significa que, así como la cultura corporativa es una construcción de la comunicación, en tanto por esta vía se genera y desarrolla en el interior de las organizaciones; sí ésta es circular, condicionará positivamente a la cultura vigente de la organización, llevándola a su vez a desarrollar mejores condiciones comunicativas entre los integrantes de la empresa.
Para poder contribuir a los procesos de desarrollo organizacional, es fundamental llamar la atención y despertar el interés por participar de los miembros de la compañía. Solamente así ellos accederán a la información y sentirán la necesidad de opinar e informarse de las cosas que les afectan.
En este aspecto, el liderazgo consigue dotar de sentido y dirección a cada una de las tareas de una empresa, de manera tal que cada persona tenga clara la importancia de su aporte a los procesos, así como la interrelación de sus funciones y actividades con las del resto de sus compañeros.
En materia comunicativa, el liderazgo es concientizarse respecto de que la comunicación interna mejora el funcionamiento de las organizaciones. Además, un auténtico líder sabe que determinadas informaciones son útiles para mejorar el trabajo de los colaboradores y que él también puede beneficiarse de la información que poseen ellos.
Como dijimos anteriormente, la comunicación no se trata sólo de la emisión de mensajes, sino también de la búsqueda de hechos relevantes y su clasificación y selección. Esto, sobre todo considerando que la planificación de la comunicación interna se crea bajo el paraguas de la estrategia general de la organización.
En este sentido, estar bien informado de todo lo relevante para la empresa (así como de lo que pueda o no interesar) resulta imprescindible para lograr una buena comunicación interna.
Como líder debes saber qué información conseguir y dónde hacerlo, a quién preguntar y cómo manejar el resultado para que, de esta manera, puedas darlo a conocer interna y externamente.
En resumen, aplicar buenas prácticas en la comunicación interna con una plataforma eficiente que mida la gestión de clima organizacional, desempeño y que además otorgue la posibilidad de dar feedback continuo desempeño, ayudará con todos esos inconvenientes profesionales que casi siempre significan establecer metas y objetivos comunes, realizar cambios culturales, liderar o simplemente hacer bien las tareas, contribuyendo al desarrollo organizacional de la compañía.
Si buscas agilizar el proceso, recuerda que hoy existen herramientas para establecer una cultura de metas, mediante un sistema que permite a los trabajadores revisar, actualizar y comentar el cumplimiento de éstas de forma continua, y también analizar el comportamiento de los indicadores, impactando positivamente en los resultados de las empresas.