Realizar revisiones más frecuentes permite a las empresas lograr objetivos del negocio.
En la búsqueda de nuevas opciones para los profesionales de RRHH, cada vez toma más fuerza el concepto de revisar el desempeño de las personas con mayor periodicidad y menor estructuración.
Conocido como check-in o feedback de desempeño, este formato permite a las empresas lograr los objetivos del negocio a partir de una revisión más frecuente de las responsabilidades.
Una revisión anual de desempeño bajo el modelo tradicional usualmente implica una instancia evaluativa e impersonal, que dificulta una mejora efectiva del desempeño de las personas como demandan las empresas modernas, puesto que muchas veces resulta un proceso tedioso, provocador de ansiedad y desalineado con los aspectos motivacionales.
Veamos algunas características del formato check-in que lo convierten en una herramienta clave para superar los desafíos en la revisión del desempeño.
En línea con los tiempos, donde las compañías se mueven en un ambiente de negocios exigente y competitivo, las empresas más innovadoras están optando por esta nueva tendencia —más liviana, amigable e informal— que permite a los gerentes mantener conversaciones fluidas y directas con los miembros de su equipo, quienes de esa manera resultan más involucrados con todo el proceso de retroalimentación.
Uno de los principales aportes de este tipo de soluciones tecnológicas es que no limitan las posibilidades de revisar el desempeño en cuanto al negocio global únicamente.
Por su flexibilidad y disponibilidad, cada departamento y cada colaborador también puede observar sus responsabilidades como un negocio en miniatura, con sus propios objetivos y un resultado final.
Los expertos recomiendan ejecutar procesos de check-in trimestrales, ya que ese lapso de tiempo permite ver con más claridad dónde se encuentra la empresa, apreciar lo que está funcionando y cambiar lo que no.
El check-in trimestral da a los gerentes y colaboradores la oportunidad de tener una conversación estructurada: atar cabos sueltos, archivar metas que ya no son relevantes y planificar el futuro.
No obstante, la particularidad de este nuevo formato es que permite modificar la estructura y el periodo de tiempo asociado a las revisiones de desempeño, dado que el proceso está totalmente orientado por el administrador.
Así, por ejemplo, se podrían realizar evaluaciones cada seis semanas o incluso semanalmente, siguiendo las últimas prácticas de gestión continua del desempeño basadas en tecnología digital.
Para obtener mejores resultados, los especialistas coinciden en que un check-in de desempeño debe estar orientado hacia adelante, y no ser evaluativo.
En otras palabras, el objetivo de un gerente debe ser actuar como un entrenador, levantar las oportunidades de aprendizaje e identificar las áreas de mejora.
Con estos simples consejos y una guía experta puedes comenzar a obtener resultados de esta nueva herramienta de check-in o feedback de desempeño. ¡Cuenta con el conocimiento que en Rankmi tenemos sobre la materia!